LA QUIMERA DE SALIR DEL DESEMPLEO.

Ing. Ramón Rosales Córdova

México cuenta con 126.66 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población para 2020. La tasa de desempleo en México se situó en un 3.8% de la población económicamente activa (PEA) en el primer trimestre de 2020, que habla de una población del alrededor de 2.18 millones de trabajadoras y trabajadores sin una fuente de empleo formal, una cifra superior al 3.6% del mismo trimestre en 2019, recientemente informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Hoy, desde distintos ámbitos, se exige ya al gobierno federal que no está creando empleo, ni haciendo nada para crearlo. Y es que el empleo no se crea de la nada, no se crea con leyes, el empleo se crea promoviendo actividad. El empleo no se crea gastando dinero inútilmente desde la Administración Pública, eso es pan para hoy y hambre para mañana, y a la vista lo tenemos. El pago de impuestos, drenar liquidez de las manos de los ciudadanos, para que el Estado cree trabajo público es bueno pero se necesita trabajos duraderos a largo plazo y darle certeza al pueblo, que los gobiernos dejen las prácticas de redistribuir entre sus “influyentes”.

El empleo que crean las empresas es productivo, porque en ello les va la vida. Pero para que las empresas puedan crear empleo es necesario un marco estable de relación con el sector público, ajustada a la realidad de la explotación de los negocios, y expectativas de futuro, donde la clase trabajadora sea tomada en cuenta, creando y dándole condiciones óptimas para satisfacer sus necesidades básicas, este balance es obligación del gobierno en turno implementarlo, demostrando en los hechos que esta con la clase trabajadora.

Parte de las expectativas provienen del consumo que realizan los contribuyentes, y si la opción de los gobernantes es drenar liquidez a los ciudadanos para sufragar una Administración improductiva, jamás habrá expectativas de crecimiento. El dinero, en manos de la Administración pública, debe volverse productivo, creador de empleos para así generar bonanza que le dé estabilidad social y económica a la clase trabajadora.

Los asalariados están sufriendo con más virulencia el embate de la crisis. Más inquietante que el aumento del gasto que genera a las arcas públicas es la destrucción de puestos de trabajo. El desempleo puede aumentar por dos causas: porque exista más gente en edad de laborar, dispuesta a buscar un puesto de trabajo o porque quienes ya tienen uno lo pierdan.

La región norte podría ser la más afectada por el desempleo generado a causa de la emergencia sanitaria pues es la que registra el más alto nivel de formalidad al concentrar el 62% del total de personas ocupadas, información divulgada por gente capacitada del centro de investigaciones Económicas de la UANL

En la región norte el impacto se concentraría en los sectores de productos metálicos de maquinaria y equipo que es donde está la industria Automotriz, la de autopartes electrodomésticos, computadoras, que son las principales exportadores y con una cadena de valor vinculada al exterior con mejores salarios.

En contraste agregó en la región centro el 42% de la ocupación es formal, en el centro-norte lo es el 45%, mientras que en la región sur sólo el 30%.

En el sur del país los impactos se concentran en el sector informal, porque es muy alta, se vería afectada principalmente el sector de turismo.

De acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, la informalidad, hasta el 2018 representa el 22.5% del PIB y da empleo al 56% de la población ocupada total. Hoy el coronavirus, la recesión y la Cuarta Revolución Industrial impondrá una agenda social y económica que requiere un desarrollo industrial integral para hacer frente al mayor reto en 100 años que se ha vivido en México y en el mundo", sostuvo el organismo.

En tanto, información del IMSS detalla que en los 10 estados que conforman la zona sur trabajan de manera formal sólo 3.1 millones de personas en total.

En los cinco estados del centro se registran 5.8 millones de trabajadores formales, 5.7 millones en las 9 entidades que conforman el occidente y 5.1 millones en las 8 del norte.

En la segunda semana de mayo, el IMSS informó que en abril se recortaron en Nuevo León 53

mil 058 trabajadores formales, siendo la segunda entidad con más desocupación, después de la Ciudad de México, que perdió 105mil 804 puestos.

A nivel nacional se perdieron en el mes abril 555,247 empleos, la caída más profunda en las cifras históricas del IMSS, desde 1997.

Sueño o ilusión es producto de la imaginación que se persigue y que se anhela a pesar de ser muy improbable que se realice; se necesita revisar la realidad concreta del desarrollo económico y social de cada uno de los estados mexicanos, del mismo México en todo su conjunto y por supuesto el mundo entero, porque se está en un concatenación universal, hasta el momento indisoluble.

Hoy más que nunca urge la necesidad de construir un nuevo e incluyente modelo económico.

Monterrey, Nuevo León, a 04 de junio de 2020

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