Por: José Carlos Díaz Sánchez El telón no se levantó en el escenario el 27 de noviembre, sino en cada mirada expectante cargada de silencio y nerviosismo ante las horas de camino que nos aguardaban. Entre luces cálidas, murmullos contenidos y pasos apresurados, los integrantes de cada compañía de teatro comenzaban a llegar al punto de encuentro. Conforme el grupo se iba integrando, un nervio constante intentaba consumirme: por primera vez pondría en práctica los conocimientos