Por: Noel González Jiménez México tiene una deuda de agua con Estados Unidos que no es un dato menor ni un tecnicismo diplomático: es el resultado tangible de decisiones, sequías prolongadas y una gestión hídrica que ahora pone en jaque el sustento de cientos de familias rurales. El Tratado de Aguas de 1944 obliga a nuestro país a entregar, en ciclos quinquenales, volúmenes concretos de agua de las cuencas fronterizas (Rio Bravo/Rio Grande y afluentes). En la práctica recient